12. PASS THE WINE
Son las ocho de la noche y tengo una misión. Para que me entiendas,
no estamos aquí de procesión, ni por las ventas. No estamos de risas
porque hemos echado las cuentas y nos sale a 0,0 democracia.
No te ofendas, pero te has tragado la mierda y las falacias de la prensa,
y las redes que te pescan. Contesta, ¿cuánto cuesta el puto bienestar?
Y la respuesta son varias preguntas que te van a molestar:
¿Quién está libre y quién en la cárcel? ¿Quién paga la prenda?
¿Sigue habiendo lucha de clases o es pura leyenda?
¿Quién te cuenta la actualidad? ¿De qué marca es tu venda?
¿Quieres vivir o prefieres tener una vida estupenda?
Pass the wine.
Lléname el vaso que no hay quien aguante la guerra por ver quién es el mas guay.
Nos pillas en fase de insultar al clero y las autoridades porque no nos mola nada lo que hay.
Están de moda las bodas y los saraos. Sustituyen a su madre por su esposa ante 300 invitados.
La base necesaria del caos. Aprovecha que eres libre de elegir el estampado del candado.
Te han dado papilla, zumbau. Y te la comes con chips.
Gente en la cárcel por decir verdades y escribir hits. ¿Es que no pillas la connection?
¿No chequeas el link? A los presos la cigüeña se los lleva a París.
Del amour, de la pasión. De la vida, que es una prisión en la que estamos todos presos,
como decía la canción en el idioma de un país sin autodeterminación.
Los jeltzales venden a su nación. Por tener más policía.
Me cago en vuestro centro y vuestra puta paz fiscal.
Me descojono si os escucho hablar de justicia social.
La ley es injusta y la injusticia es legal.
La dictadura lleva maquillaje constitucional.
Y colonia liberal, igual de facha que Lepen.
Pero así Macron parece un presidente fetén.
Y así nos han colado la incineradora y el tren.
¿Seguís mirando a Caracas? Mira, escucha bien:
Vais de guay.